Recordamos al popular humorista en el 35 aniversario de su desaparición
A
todo era capaz de sacarle punta Pepe Da Rosa. Su
humor blanco mezclaba el gracejo andaluz con originales parodias de
personajes y acontecimientos de actualidad que componía con pasmosa
destreza.
Así, todo el país tarareó sus Sevillanas
de los cuatro detectives (dedicadas
a los sabuesos televisivos más célebres del momento: Kojak,
Colombo,
McCloud
y Banacek),
las dedicadas al Mundial 82, los tanguillos sobre la serie V
que tituló Los
lagartos de la tele, su
samba Yes very
well en
la que caricaturizaba el llamado «destape»
o su moderno y pegadizo rap en el que retrataba con verdadero salero
A J.R ,
el protagonista de la serie
Dallas.
Actuaba
acompañado de dos excelentes guitarristas y su presencia también
sería habitual en la pequeña pantalla en los programas de entretenimiento
más vistos. Incluso en los años ochenta protagonizaría un puñado
de divertidas películas como Le
llamaban J.R. o J.R.
Contraataca además
de grabar varios VHS
tan en boga entonces, que se comercializaron con una enorme
aceptación popular. Uno de sus
dos hijos, Pepe Da
Rosa Jr, siguió
la estela de su maestro como presentador, locutor y humorista hasta la actualidad. En Sevilla, una glorieta ajardinada recuerda a su tan querido progenitor.
Esta primavera se han cumplido 35 años de su temprano fallecimiento cuando estaba a punto de soplar las 55 velas pero sus divertidas parodias siguen vivas emitiéndose en algunos programas de televisión que recuerdan fragmentos de épocas pasadas. Siempre que volvemos a ver a Pepe Da Rosa inmediatamente nos brota una sonrisa cómplice.
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