Recordamos al popular humorista en el 35 aniversario de su desaparición









Carlos Arévalo
En cuanto se escuchaba la voz de José Da-Rosa Villegas o sencillamente Pepe da Rosa (Buenos Aires, 1931-Sevilla, 1986) ya tenía al público de su parte. Así ocurrió desde sus inicios en la radio a mediados de los cincuenta y así continuó siendo después, convertido en un cotizado humorista y cantante cómico. 
Aunque nació en Argentina debido a que sus padres, valencianos, regentaban un teatro allí, muy pronto establecería su residencia en Sevilla junto a su familia. Corpulento, de voz grave y poderoso carisma, junto a Josele y a Paco Gandía llevó sus espectáculos por verbenas, ferias y salas de fiesta de Andalucía, primero, para dar el salto al resto del país, después y, en la década de los setenta, consagrarse definitivamente grabando una docena de álbumes, de los cuales tres fueron disco de oro.

A todo era capaz de sacarle punta Pepe Da Rosa. Su humor blanco mezclaba el gracejo andaluz con originales parodias de personajes y acontecimientos de actualidad que componía con pasmosa destreza.
Así, todo el país tarareó sus Sevillanas de los cuatro detectives (dedicadas a los sabuesos televisivos más célebres del momento: Kojak, Colombo, McCloud y Banacek), las dedicadas al Mundial 82, los tanguillos sobre la serie V que tituló Los lagartos de la tele, su samba Yes very well en la que caricaturizaba el llamado «destape» o su moderno y pegadizo rap en el que retrataba con verdadero salero A J.R , el protagonista de la serie Dallas.
Actuaba acompañado de dos excelentes guitarristas y su presencia también sería habitual en la pequeña pantalla en los programas de entretenimiento más vistos. Incluso en los años ochenta protagonizaría un puñado de divertidas películas como Le llamaban J.R. o J.R. Contraataca además de grabar varios VHS tan en boga entonces, que se comercializaron con una enorme aceptación popular. Uno de sus dos hijos, Pepe Da Rosa Jr, siguió la estela de su maestro como presentador, locutor y humorista hasta la actualidad. En Sevilla, una glorieta ajardinada recuerda a su tan querido progenitor.  

Esta primavera se han cumplido 35 años de su temprano fallecimiento cuando estaba a punto de soplar las 55 velas pero sus divertidas parodias siguen vivas emitiéndose en algunos programas de televisión que recuerdan fragmentos de épocas pasadas. Siempre que volvemos a ver a Pepe Da Rosa inmediatamente nos brota una sonrisa cómplice.


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